PRETRATAMIENTO (I)
DESBASTE
Los más usados para aguas residuales urbanas e industriales son los
tamices estáticos y los tamices rotativos, aunque hay mucha variedad.
La dilaceración consiste en sistemas que trituran los materiales que lleva el agua residual y los dejan en la corriente de agua residual para tratamientos posteriores.
Esta operación no se usa prácticamente, porque no rebaja los parámetros de contaminación al no eliminar contaminantes del agua, sino que incluso puede subir algunos, como la DBO (Demanda bioquímica de oxígeno) con el consiguiente aumento de coste de tratamientos posteriores. En algunos casos muy específicos como para facilitar el transporte, equilibrar los componentes básicos del agua residual para fases posteriores, etc. podría ser útil incluirla en una depuradora.
Lo mejor es colocar varias rejas o tamices a lo largo del flujo del agua residual. Primero se colocan las rejas con más luz, para retener los materiales más gruesos, después los más finos y después los tamices.
Con todo, el uso de unos sistemas u otros estará ajustado a las características del agua residual, caudal de tratamiento, grado de automatización, rendimientos de desbaste requeridos, etc.
Lo que sí es una premisa muy a tener en cuenta durante todos los proceso de depuración de aguas residuales es que cuanto más contaminación se elimine en estas primeras fases del tratamiento, más fáciles y económicos son los tratamientos posteriores.
Otro día trataremos las otras operaciones típicas del PRETRATAMIENTO.
El pretratamiento consiste
en eliminar de las aguas residuales la contaminación que es más fácil de extraer
como paso previo a otros tratamientos más específicos y avanzados.
Esta fase del tratamiento es
muy importante porque con medios mecánicos y con poco consumo energético se
pueden eliminar grandes cantidades de contaminación (30-60 % de la DQO,
dependiendo del tipo de agua y sistema de pretratamiento) y se prepara el agua
residual para que las operaciones posteriores se realicen de forma más
eficiente y sin complicaciones o averías.
Las operaciones de
pretratamiento que se realizan son solo físicas. Las más importantes son:
DESBASTE
DILACERACIÓN
DESARENADO
DESENGRASE
HOMOGENEIZACIÓN Y REGULACIÓN DE CAUDAL
DESBASTE.
Consiste en la separación de
sólidos gruesos del agua residual, haciéndola pasar a través de rejas y/o
tamices que retienen los materiales o partículas de un tamaño mayor que los
huecos por donde pasa el agua. Los materiales retenidos son retirados de forma
manual o automática. Así obtenemos un agua residual exenta de materiales
groseros y partículas de gran tamaño.
Rejas
de desbaste
Las rejas de desbaste son conjuntos de barras dispuestas paralelamente
entre ellas y colocadas en el canal perpendiculares a la superficie del agua.
La separación entre barras puede variar entre 2 y 100 mm o superiores. Hay
mucha variedad en los materiales (acero inox, acero galvanizado, etc.) y el
sistema de limpieza puede ser manual (con un rastrillo especial) o automática (rastrillo
o cepilo con accionamiento eléctrico, hidráulico, neumático).
La velocidad del agua al
paso por la reja debe estar alrededor de 0,45 m/s.
La disposición de la reja
será perpendicular a la corriente o mejor con una inclinación entre 80-45 º respecto a la horizontal.
Reja de desbaste de muy gruesos Fuente: wikibooks |
Rejas de desbaste con accionamiento hidráulico Fuente:ARQHYS |
Reja de desbaste circular (limpieza cepillo) Fuente: Biotrit |
Esquema reja de desbaste circular Fuente: Remosa |
Esquema reja de desbaste curva Fuente: URSO |
Esquema rejas desbaste manual Fuente: ITP |
Tamices
Después de pasar el agua por
las rejas de desbaste, aún quedan partículas y materiales de menor tamaño que
han logrado pasar. Entonces es conveniente colocar tamices para eliminar las
partículas más finas. La luz de malla de los tamices suele variar entre 0,5 y 2 mm .
Hay muchos tipos de tamices
con sistema de limpieza manual y automático (eléctrico, hidráulico, neumático,
etc.). Dependiendo del tipo de tamiz, la disposición de las ranuras por donde pasa el agua pueden ser perpendiculares o paralelas a la superficie de flujo del agua.
La dilaceración consiste en sistemas que trituran los materiales que lleva el agua residual y los dejan en la corriente de agua residual para tratamientos posteriores.
Como vemos, la dilaceración
no es un desbaste como hemos definido en el apartado anterior, porque no
elimina contamianación, sino que transforma los materiales en partículas más
pequeñas que siguen en el seno del agua residual y por tanto no disminuye la
carga contaminante.
Esta operación no se usa prácticamente, porque no rebaja los parámetros de contaminación al no eliminar contaminantes del agua, sino que incluso puede subir algunos, como la DBO (Demanda bioquímica de oxígeno) con el consiguiente aumento de coste de tratamientos posteriores. En algunos casos muy específicos como para facilitar el transporte, equilibrar los componentes básicos del agua residual para fases posteriores, etc. podría ser útil incluirla en una depuradora.
La eficiencia de los
sistemas de desbaste depende del tipo de contaminación del agua y de los
sistemas usados en el desbaste. Cuando la luz o paso de la reja o tamiz es
menor, es evidente que retiene partículas más pequeñas.
Lo mejor es colocar varias rejas o tamices a lo largo del flujo del agua residual. Primero se colocan las rejas con más luz, para retener los materiales más gruesos, después los más finos y después los tamices.
Con todo, el uso de unos sistemas u otros estará ajustado a las características del agua residual, caudal de tratamiento, grado de automatización, rendimientos de desbaste requeridos, etc.
Lo que sí es una premisa muy a tener en cuenta durante todos los proceso de depuración de aguas residuales es que cuanto más contaminación se elimine en estas primeras fases del tratamiento, más fáciles y económicos son los tratamientos posteriores.
Otro día trataremos las otras operaciones típicas del PRETRATAMIENTO.